Por: Andrés Giraldo
La historia es
presentada desde la perspectiva de Menelao, rey de Esparta y esposo de Helena.
A pesar de esto, el montaje está centrado en el amor entre Paris y Helena, lo
cual parece una inconsistencia de perspectiva. El espectador adhiere más a
Paris y los troyanos que a los griegos.
La película es una
versión libre de la historia. Si bien el argumento es el rapto de Helena a
manos de Paris por intervención de los dioses, la película tiene muchas
diferencias respecto a lo cantado por Homero, pues se basa en otras
fuentes clásicas para alimentar su historia. Veamos algunas de ellas:
Una situación es el
sacrificio de Ifigenia a manos de Agamenón para obtener vientos favorables. La
idea de que la niña fuese sacrificada fue escrita por Hesíodo y por Eurípides,
aunque en ningún caso se llevó a cabo tal acción. En el relato del primer
poeta, ella fue transformada en la diosa Hécate (de la magia y el hechizo) y
en el relato del segundo, la diosa Artemisa, que no permitía sacrificios
humanos, la cambió por un ave.
Tampoco son de Homero
la violación de Helena y el asesinato de Agamenón en Troya a manos de Clitemnestra
como venganza por la muerte de su hija. Es Esquilo quien describe en La Orestiada que, al regreso de Troya, Agamenón muere a manos de
su esposa Clitemnestra y de un hombre llamado Egisto, amante que ella había
conseguido en su ausencia.
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